Cabanillas: «20 Presos Políticos se preparan para iniciar huelga de hambre en Ezeiza»

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Lo afirmó el General de División Eduardo Cabanillas, quien hace cinco días que sólo «como la Eucaristía». <<Mi familia quiso detenerme, pero yo estoy decidido a morirme>>. 


David ReyEscribe: David Rey

Tras diez años de prisión ininterrumpida en cárcel común, el General de División Eduardo Cabanillas (74) tomó la decisión de hacer lo único que puede hacer una persona «para que les llegue a los jueces»: morirse. Al cuarto día de la huelga de hambre que inició en el Penal de Ezeiza, Cabanillas aceptó ser entrevistado por DAVIDREY.com.ar

Según nos dijo, toda su familia ha desaconsejado su decisión, <<pero yo ya estoy decidido. Estoy decidido a morirme>>, afirmó, mientras que por otra parte explicó que <<inicié la huelga de hambre porque me dije «basta». Ya no aguanto más esta situación>>. Cabanillas afirma que hace desde antes de que asuma el nuevo gobierno tenía pensado tomar esta medida junto con el comisario Kussman (Preso Político que consiguió la prisión domiciliaria luego de más de 30 días de estar sin comer), pero éste se adelantó. <<Yo quise darle algo de tiempo al nuevo gobierno, pero ya se me terminó la paciencia>>, aseguró.

El general Cabanillas está preso en el Complejo Penitenciario de Ezeiza a raíz de haber participado de supuestos crímenes de Lesa Humanidad durante el último gobierno Cívico Militar argentino. Como es ya un denominador común de prácticamente todos estos casos, una absurda jerigonza de cuestiones determinó no sólo su condena a cadena perpetua sino que, a pesar de sus 74 años, deba cumplirla en cárcel común y no en su domicilio como la misma ley estipula para personas mayores. Por si fuera poco, el imputado afirma que en 2010 un juez lo absolvió por falta de pruebas. De ochenta testigos que no involucran a Cabanillas, acaso hay uno solo que dice haber oído el nombre de «Goyo» (tal como lo apodaron en su familia). Por esta misma razón la Justicia determinó encerrarlo por el resto de sus días.

Clic aquí: Lea la carta que escribió el General Cabanillas

En una breve carta que Cabanillas escribió para anunciarle a las autoridades su huelga de hambre (viralizada a través de las redes sociales y que fue reproducida tanto en DAVIDREY.com.ar como en el matutino porteño LA NACIÓN), ha dicho que «tal vez esperan que se haga lo que he decidido hacer para prestar alguna atención y escucharnos. Será un testimonio que brindaré». Consultado sobre si estima que pueda originarse un «efecto contagio» en los demás Presos Políticos, su respuesta fue que <<en Ezeiza ya hay veinte prisioneros que están decididos a realizar una huelga de hambre apenas termine la feria judicial. Yo no quise esperar>>.

El detenido asegura que sólo toma líquidos y que lo único sólido que ingiere es la Eucaristía, «el Cuerpo de Cristo», mientras que por otro lado ha dicho: <<Está mal que yo lo diga, pero hay que tener «bolas» para hacer lo que yo estoy haciendo>>.

En fin, más allá de la desesperanza que se observa en Cabanillas, es notable la tranquilidad con que asumió una decisión que puede arrastrarlo a la propia muerte. Es que, sin embargo, esa misma desesperanza envuelve una pequeña esperanza: son otros tiempos y es otro gobierno el que toma las decisiones, y por lo tanto es otra la confianza de muchos Presos Políticos por ser oídos. Ya no piden libertad, y ya ni siquiera esperan Justicia… sólo ruegan por irse a sus casas a cumplir prisión domiciliaria y estar junto a sus familias. Es ya responsabilidad de las autoridades y funcionarios actuales tomar cartas en el asunto… o anotarse para ser recordados como los responsables de permitir un desastre ya sea con los Presos Políticos argentinos como con la misma historia de nuestro país.

DAVID REY: ¿Por qué ha tomado justamente la decisión de iniciar una huelga de hambre?

EDUARDO CABANILLAS:  Yo espero que a los jueces prevaricadores les llegue algo de esto. A esto lo vengo preparando hace mucho tiempo. Inclusive antes de que ganara el actual gobierno, yo había hablado con el comisario Kussman, y le dije: “Voy hacer una huelga de hambre pero voy esperar a darle un tiempo a este gobierno para ver si toma alguna medida”. Esto fue en el mes de agosto o septiembre y el comisario me dijo “Yo me prendo con usted, Cabanillas, cuando se largue. Y se largó solo.

D.R.: ¿Qué espera usted encontrar en la Justicia, o mejor dicho en este gobierno, que no esperaría encontrar en el Kirchnerismo?

E.C.:  En el Kirchnerismo nada, solamente venganza, odio, por eso yo estoy preso. Estoy preso desde el año 2006, en cárceles comunes siempre. Nunca he estado en mi casa. Tenía 64 años, esperaba cumplir los 70 para irme a cumplir en mi casa. Me han robado 10 años de mi vida, el crecimiento de cuatro nietos, ver a mis nietos que están trabajando, jugando al golf, al tenis. Yo vivía en San Martín de los Andes y ahora pedí la domiciliaria acá en Buenos Aires exclusivamente para evitar que me pongan, como me pusieron, que me voy a fugar, por eso no me la quieren dar. Tengo condena perpetua.

D.R.: ¿De qué lo acusan?

E.C.:  Me acusan de ser jefe de una banda, que yo no lo he sido. Yo jamás he dicho que no conocía esa gente. Yo los conocía todos, porque yo era jefe de la custodia del general Paladino, y ya han muerto todos mis jefes. Inclusive uno de los jueces, cuando me hicieron el juicio en 2010, que terminó en 2011, me dio la absolución por falta de pruebas. 83 testigos, y solamente uno, que ya se murió, Gelman, dijo: “Me contaron que Goyo era el jefe de una banda”. El único, después el resto no me conocía. A mí me dicen Goyo desde que nací, pero nadie escuchó nombrar el nombre Goyo, ni me vio, ni nada.

D.R.: Por eso solamente a usted le robaron 10 años de su vida y lo metieron preso.

E.C.:  Y sabe la cantidad de presos que hay, es impresionante… Pero yo entiendo que este gobierno tenga otros problemas, hay muchos problemas en el país. Y nosotros no somos prioridad para nadie. Pero ya dije basta; no es falta de paciencia, yo no aguanto más, ése es el motivo por el cual estoy en esta huelga de hambre desde el miércoles. Ya son cuatro días. Estoy tomando solamente líquidos, y aquél que me conoce sabe que si yo digo que lo voy hacer, lo voy a hacer. Han viajado mis hijos de San Martín de los andes para tratar de convencerme de que no lo hiciera.

D.R.: Yo también, como ciudadano, ante algo así me gustaría que usted revisara esa decisión. Le confieso, Cabanillas, que a pesar de todo, estamos todos esperanzados que finalmente esto cambie.

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E.C.:  Cuando pido mi domiciliaria, pido por los mayores 70 años, que se contemple. Yo tengo 53 años de casado. Cuando cumplí las bodas de oro estaba preso en Marcos Paz y pedí permiso para que por dos horas vinieran mis hijos y mis nietos, me contestaron que no estaba contemplado. Claro, cómo va a estar contemplado en el servicio penitenciario si no hay nadie de 70 años, a los 70 se van a su casa.

D.R.: He hablado con su señora, la he notado muy preocupada, están todos muy preocupados por usted.

E.C.:  Yo sé que mi mujer sufre mucho, me apoya pero no está de acuerdo con que haga esto. Hay gente que está enferma que no pueda hacerlo,  otros que no quieren hacerlo, por eso me largue sólo, y vamos a ver qué pasa, ojalá que esto siga. Está mal que yo diga… pero hay que tener «bolas» para hacer lo que yo estoy haciendo.

D.R.: ¿Espera usted generar una suerte de efecto contagio en los demás presos políticos de Argentina?

E.C.:  Acá donde estoy hay más o menos cerca de 20 que me dijeron que quieren hacer la huelga, pero van a esperar que termine la feria judicial. Yo no esperé que termine la feria, que empezó el viernes. Mi abogado me dijo hoy que lo perjudico porque él tiene turno para el día 4 para hacer una exposición, pero yo le digo yo ya me lancé y además lo fui preparando hace mucho tiempo. Yo creo que ha tenido una repercusión bastante importante.

D.R.: Tanto usted como su abogado, ¿con quiénes han intentado comunicarse a fin de que le concedan ya no la libertad sino como usted ha dicho la carta, poder irse a su casa para morirse junto con su esposa?

E.C.:  Ya he hablado con todo el mundo, la gente se está moviendo de eso no tengo dudas.

D.R.: Usted ha mencionado que el anterior gobierno se proponía directamente venganza. Este gobierno, ¿qué se propone?

E.C.:  No sé. Este gobierno tiene muchos problemas, yo lo apoyo, entiendo los problemas que tiene.

D.R.: Pero hoy día el presidente Macri y todo el macrismo a usted le está dando la espalda.

E.C.:  Nuestro problema, el de los Presos Políticos, no es el problema más importante.

D.R.: ¿Su familia qué le dice ante la decisión suya de iniciar una huelga de hambre en Ezeiza?

E.C.:  Me dicen que soy un loco, pero yo creo que puede servir para que este gobierno recapacite, yo pienso que mientras esté la señora Gils Carbó, estamos muertos y el gobierno no la puede echar; los fiscales son terribles. En realidad hay un montón de irregularidades en todos los juicios, hay 33 irregularidades notorias en todos los juicios.

D.R.: ¿Usted está condenado?

E.C.:  Estoy condenado a cadena perpetua porque se murió 10 días antes de finalizar el juicio quien fuera mi jefe directo, el Teniente Coronel Visuara, sino yo zafaba. Éramos cinco en mi causa. Uno de los jueces me absolvió, los otros dos me dieron perpetua. Y ahí se ve clarito que hay algo. No puede ser que un tipo me diga que soy totalmente inocente y me absuelva, y los otros me den cadena perpetua. Y a los otros tres que eran civiles también los pusieron como jefes y autores inmediatos de varios asesinatos, creo que seis, y yo no estaba en ese centro de detención clandestino. Eso lo que me motivó a mí hacer esta huelga.

D.R.: Gracias a Dios, yo lo noto a usted como una persona que asume todo esto con tranquilidad por la forma en que se expresa.

E.C.:  Yo lo hago totalmente tranquilo. Tomo jugo, café, o mate, me la banco bien. No sé si usted es católico, pero fíjese en el Evangelio, Juan 15:13, que dice algo así como que no hay mejor forma que dar la vida que por sus amigos, por el prójimo, por sus hermanos, y yo estoy decidido a morirme. Yo soy ministro de la Eucaristía, les doy la comunión a todos los presos que quieran y tengo un grupo de oración todos los días a las 6 de la tarde que rezamos, leemos el Evangelio y les doy la Comunión. Y hablé con varios sacerdotes, hablé con Monseñor Baseotto, monseñor Pedro Candia, con el capellán mayor del Ejército, con el capellán de acá del Servicio Penitenciario Federal a ver si yo podía seguir. Lo único sólido que como todos los días es el Cuerpo de Cristo, la Eucaristía, todos los días yo comulgo. El Señor sabe muy bien.