Hebe de Bonafini… y un furcio que dice mucho

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Hebe

La líder de Madres de Plaza de Mayo dijo que tanto Macri como Benito Mussolini llegaron al poder «por vía democrática». 


David ReyEscribe: David Rey

La señora Hebe de Bonafini, presidente de la organización Madres de Plaza de Mayo, ¿ha cometido en verdad un error al decir que también el líder fascista Benito Mussolini accedió al poder de manera democrática?

De hecho, para los millones de argentinos que aspiran a una forma de vida republicana y democrática, no cabe duda que la señora Bonafini ha cometido un error. Benito Mussolini, en rigor, no fue elegido por los italianos.

Pero tengo que darles una noticia a los desprevenidos. La señora Bonafini, para ella misma y para otro importante margen de la población, no está errada ni por un pelo.

Es que… si lo pensamos mejor, tanto para la doña del pañuelito como para muchos, la manera en que Mussolini se consagró en Roma es propiamente infantil a la par de la manera en que los hijos mismos de Bonafini planeaban «ser los elegidos» de «su» forma de democracia.

Mario Firmenich, exlíder Montonero: «El poder político brota de la boca del fusil».

¿O qué otra forma de ser elegido y que otro modo de democracia puede idear quien anda por la vida con un fusil bajo el brazo, secuestrando personas, torturando inocentes, cobrando rescates millonarios y causando atentados terroristas tan indiscriminadamente?

No nos olvidemos que para el líder de Montoneros, Mario Firmenich, «el poder político brota de la boca del fusil» y que para el líder del ERP, Roberto Santucho, en Argentina «la revolución» debía por lo menos asesinar a un millón de burgueses. No lo digo yo; ellos mismos lo dijeron.

Queridos amigos, seamos abiertos de corazón y sepamos comprender a la señora Bonafini como a sus acólitos. Si para ellos poner bombas y matar gente sin clemencia alguna es algo normal que debe democráticamente realizarse en aras de «tomar el poder», ¡pues obviamente que para ellos Benito Mussolini accedió al poder por la vía democrática! Es decir, por la vía que ellos mismos consideran «democrática». No están nada equivocados, créanme.

Quedó claro, ¿no?