Le Pen gana en zonas con mucha inmigración; Macron, en lugares de expansión industrial

La lider ultraderechista vence en el norte, al este y en la costa mediterránea, mientras que el centrista lo hace en París, el oeste y el sudoeste

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Escribe: Juan Pedro QuiñoneroEl País (España)

La geografía política del voto de Emmanuel Macron y Marine Le Pen ilustra la división de Francia entre regiones industriales en declive, con muchos problemas de inmigración, y regiones en curso de reconversión con alta tecnología y pocos problemas de inmigración.

Muy groseramente, Marine Le Pen ha sido mayoritaria o ha conseguido sus mejores resultados al norte, al este y en la costa mediterránea. El norte sigue sufriendo la crisis industrial que comenzó en los años 80 del siglo pasado, con el hundimiento de las industrias tradicionales (siderurgia y textil, esencialmente). El Frente Nacional (FN, extrema derecha) tiene en esas regiones varios de sus bastiones históricos.

En el Mediodía (frontera con España) y la Costa Azul, la extrema derecha consigue igualmente excelentes resultados. Son regiones muy afectadas por la inmigración. Marsella, la ciudad más emblemática de todo el Mediterráneo francés, tiene las cotas más altas de criminalidad suburbana de Europa.

Fuente: Ministère de l’Intérieur. Gráfico: Luis Cano

En las regiones donde ha triunfado la extrema derecha son determinantes el voto obrero, el voto de las clases medias venidas a menos y el voto de la tercera edad más humilde. Entre un 30 y un 40 % de los obreros franceses han podido votar a Marine Le Pen en la primera vuelta.

Emmanuel Macron, por su parte, ha conseguido sus mejores resultados en París, el oeste y el sudoeste, regiones donde han proliferado nuevos focos industriales con nueva y alta tecnología.

Paris capital (sin la “banlieue”, sin los suburbios) sigue siendo uno de los “motores” económicos de Francia. Al sur y el sur oeste, Toulouse y Burdeos son capitales de provincias donde han proliferado industrias de muy alta tecnología, como la construcción de “Airbus”, o son exportadoras de productos con mucho valor añadido, como los grandes vinos. El oeste de Francia es una región históricamente conservadora, desde la Revolución de 1789 / 93, con una agricultura dinámica bien implantada en el nuevo mercado mundial.

En las regiones donde ha triunfado Macron son determinantes el voto de las clases medias confiadas en Europa y el mercado mundial, las profesiones liberales, los jóvenes con profesiones bien calificadas.

Esa geografía política del voto de Macron y Le Pen confirma que Francia oscila hoy entre las clases medias confiadas en Europa y la mundialización y las clases menos favorecidas e inquietas con Europa, la inmigración y la mundialización.