Mañana… ¿de qué nos vamos a asombrar?

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David ReyEscribe: David Rey

En Ezpeleta un adolescente sufrió graves heridas tras una riña callejera a la salida de un boliche.

Hoy los medios toman nota: «Se estima que en el interior del boliche se les vendía alcohol a menores de edad».

A ver… Yo, hace más de quince años, empecé mi trabajo como periodista precisamente denunciando la forma indiscriminada con que a los menores de edad se les vendía alcohol EN TODAS PARTES. Así empecé yo; siempre fui jodido.

Hoy no puedo creer que los medios «se sorprendan» de que los menores consumen alcohol, mientras los padres miran para otro lado y las autoridades, como siempre, no hacen nada.

Decía Goethe que «habría más jóvenes educados si lo fueran sus padres», de modo que de los padres argentinos lamentablemente no podemos esperar mucho, entonces.

Los políticos y las autoridades, en gran medida, son esos mismos padres también.

Pero en esta historia siempre hay alguien que la vio y la registró toda. Y ese alguien es el periodista.

No obstante, hoy los medios se sorprenden de que «vendan alcohol a los menores», nada más y nada menos que en los boliches. 

A ver… periodistas… una pregunta:

¿Son estúpidos, están drogados… o en qué país están viviendo? ¡Si en todos lados siempre se les vendió y se les vende alcohol a menores de edad…! ¿De qué diablos se sorprenden?

Por eso hoy a mí me preocupa espcialmente el hecho de que ante los terribles crímenes que están ocurriendo, tanto los padres, las autoridades y la prensa en general… escoja irresponsablemente por buscar «chivos expiatorios», mitos y falacias («femicidio», «violencia de género») en vez de enfrentar la realidad y contar las cosas tal como son.

Señores, llegó la hora de dejar de mirar para otro lado. Llegó la hora de mirarse al espejo.

Hoy padecemos los daños que sembró el alcoholismo en los adolescentes durante todo este tiempo. MAÑANA, cuando suframos los daños que el narcotráfico está causando HOY…

¿DE QUÉ NOS VAMOS A ASOMBRAR?