Escribe: David Rey
Médicos británicos acaban de poner el grito en el cielo ante los datos que ha arrojado la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido (ONS), según la cual «desde el 1 de mayo de 2021 hasta el 17 de septiembre de 2021 ha habido un incremento significativo, particularmente en el grupo de edad de 15 a 19 años», entre jóvenes masculinos de Inglaterra y Gales inclusive que fallecen por complicaciones cardíacas.
En este sentido, médicos aunados en el Health Advisory Recovery Team (HART), han exhortado a que se investiguen de inmediato las causas por las cuales «el incremento para los jóvenes de 15 a 19 años está entre un 16% y un 47% por encima de los niveles esperados», un guarismo notablemente superior a los decesos que tuvieron lugar a raíz de la pandemia del coronavirus y que, sin embargo, se da a partir de la inoculación masiva contra este mismo flagelo. Básicamente, peor el remedio que la enfermedad.
En su página web, el HART vaticina que «se observa una tendencia similar de incrementos en los grupos de edad de 20 a 29 años, aunque las tasas de antecedentes son más altas. Comparando solo las muertes en hombres de 15 a 19 años, hubo entre 52 y 87 muertes excedentes. Este claro predominio de muertes masculinas podría estar en consonancia con los riesgos conocidos de miocarditis«, más común en hombres y niños.
Según los expertos de este organismo, de las reacciones post inoculación «la más grave y común hasta ahora es el riesgo de miocarditis, una enfermedad grave asociada de forma aguda a arritmias mortales, y de forma crónica, porque los miocitos son insustituibles, con insuficiencia cardíaca y una importante mortalidad asociada».
Advierten, además, que la etiología de esta afección, que se da como efecto adverso de la inoculación, es «nueva», por lo que es debatible extrapolar los pronósticos de miocarditis con otro origen. Añaden, no obstante, que «la tasa de mortalidad global por miocarditis después de un año es del 20% y después de cinco años del 44% al 56%» y que «la incidencia de miocarditis después de la vacunación con COVID-19 aumentó con la edad y fue mayor en los hombres».
No son los únicos despiertos
El HART, que aglomera especialistas de distintas disciplinas médicas, en su página web asegura que están «preocupados por la falta de debate científico abierto en los principales medios de comunicación y la preocupante tendencia a la censura y el acoso a quienes cuestionan la narrativa» oficial. Pero no son los únicos que desafían al sistema. El alemán doctor Eddy Bettermann también supo aportar su enfoque al respecto, muñido de todo pragmatismo.
También centrado en el incremento de un 25% de las muertes por causas cardíacas en Escocia, Bettermann no tuvo ningún reparo en afirmar que esto se debe exclusivamente a los efectos colaterales de la inoculación contra el COVID 19, bastante más certero que las posibles causas que barajan muchos de sus colegas, entre las cuales se trataría simplemente de «un misterio» el preocupante aumento de muertes que tiene lugar en la tierra del whisky.
«Este «misterio» se explica fácilmente por el impulso masivo para que todo el mundo sea inoculado con gérmenes chinos, y se correlaciona directamente con el despliegue generalizado de las inyecciones. Las autoridades gubernamentales y los funcionarios de salud, sin embargo, se están haciendo los tontos al respecto», afirmó el médico en su blog.
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