El mejor país del mundo no necesita estar primero en nada. Sólo… debe tener PRIORIDADES
¿Alguien, honestamente, sabe quién es este tipo? ¡No me hagan trampa! Googleen después de leer este mismo artículo. ¿Sí…?
Ojo, ni yo sabía… Y la verdad, todavía no sé si es bueno o malo, pero sí sé que estuvo al frente del mejor país del mundo. Se llama Stephen Harper, y es el ex Primer Ministro de Canadá. Sería lo que acá es un presidente, más que menos.
Stephen Harper (conservador) perdió hace poco las elecciones frente a Justin Trudeau (liberal).
A lo que voy es que Stephen Harper gobernó Canadá durante casi 10 años, y la gran mayoría de nosotros jamás se enteró de eso. Ocurre que el mejor país del mundo no necesita desatar guerras en Medio Oriente, mandar una nave a Plutón, reventar a la oligarquía, transar con dictaduras, matar un fiscal, hablar con pajaritos, meter en cana militares, censurar a la prensa…
El “presidente” del mejor país del mundo, es decir, de Canadá, solamente necesitó ponerse a gobernar para que su país siga arriba en los estándares de calidad de vida y educación. Obviamente, con muchos desaciertos… y también, con grandes aciertos, como todo en la vida.
El caso es que nunca nadie se enteró que Stephen Harper existía. Los medios no le dieron bolilla. ¿Para qué? ¿A quién le importa saber cómo se vive bien, sin hambre, sin desocupación, con oportunidades para todos aquellos que las procuren, sin guerras…?
Argentina siempre tuvo gobernantes que por “h” o por “b” siempre ocuparon las primeras planas. Y Argentina, además, siempre miró lo que hacían gobernantes que también ocuparon primeras planas. Y resulta que, finalmente, nos tuvimos que aguantar una presidente que en menos de un año ocupó más de cuarenta cadenas nacionales, siempre destilando odio y jactancia.
En fin:
- Mientras Argentina combatía a la “opo”, persiguiendo “gorilas” y “fachos”, Canadá se aseguraba el podio en calidad de vida (a pesar del frío polar).
- Mientras acá “luchaban” por la educación pública, Canadá se garantizaba una universidad entre las 25 más prestigiosas del planeta.
- Mientras Argentina removía gendarmes de la frontera para que desfilen por Rosario, Canadá… sigue siendo el séptimo país más seguro del mundo (más seguro que Suecia y Holanda).
- Mientras Argentina era el país de “la buena gente” y la “fabricación nacional” en Tierra del Fuego, Canadá fue menos ostentosa… pero nunca dejó de ocupar el 12º lugar de los países que más patentes solicitan registrar en el mundo, arriba de Israel nada menos (16º).
- Mientras Argentina regalaba notebooks con un 13/1000 de muertes infantiles, Canadá hace lo posible para que su 4/1000 deje de ser tan vergonzante;
- Mientras Argentina otorgaba planes sociales a diestra y siniestra, Canadá nunca se vio en necesidad de dibujar su 7% de desocupación para estar delante de nuestro glorioso y vivificante “6,6%” (INDEC).
- Mientras Argentina, siempre tan abierta al mundo, le abrió la frontera a los “colombianos” y a los “mexicanos”, Canadá – tan desdeñosa – se circunscribió sólo a invitar médicos, ingenieros, profesores y emprendedores de todo el mundo a que vayan a vivir a su país.
- Mientras Argentina gastó millones de dólares con el Fútbol para Todos, Canadá (y esto es alarmante) entregó la CBC (Radio Canadá – Estatal) para que publiciten las empresas de su país recortando un gasto estatal de 115 millones de dólares (Stephen Harper dijo que <<CBC/Radio Canadá es responsable de sus propias actividades, y es ella la responsable de ofrecer una programación que los canadienses quieran ver y escuchar y de compensar sus pérdidas en los ingresos por publicidad>>).
En fin… yo no pido tanto.
Yo no pido un Kirchner, un Obama o un Maduro “que luchen contra el mundo” o el “imperialismo”. Yo no pido que nuestro presidente sea un “héroe” que todos los días salga en los diarios, que “prepotee” a los otros gobernantes, que amenace a los que piensen distinto.
Yo pido que nos toque un presidente como Stephen Harper, quien fuera hasta hace poco Primer Ministro canadiense. Es decir, un presidente… que no haga hablar a la prensa, más bien que prescinda de ella. Un presidente que gobierne, sí, pero que gobierne trabajando… Que no tenga en mente llevar a la Argentina al olimpo de los países consagrados, sino que más bien se ocupe de comenzar a revertir los grandes dramas que aquejan nuestro país: falta de inversiones, Estado elefantiásico, crisis educativa, desnutrición, inseguridad, inflación…
El mejor país del mundo no necesita estar primero en nada. Sólo… debe tener PRIORIDADES.
En fin, quiero un presidente que trabaje… y que nos deje vivir tranquilos. Que no sea el “comilón” que quiera hacer el gol de media cancha, sino que sea el que nos tire un centro o nos dé un buen pase.
Señor Macri, le pido que haga una cosa: agite un poco la brújula, quizás ha quedado algo trabada, tanto que nunca se movió. Posiblemente ahí encontremos la clave, todos los argentinos, para saber cuál es el verdadero NORTE a seguir.