El vicepresidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), Arturo Larrabure, es un digno hijo de su padre, el coronel Argentino del Valle Larrabure (víctima mortal de la subversión), y precisamente porque hace honor a dos cosas: a la lucha incansable que durante años lleva a cabo y a la nobleza que le caracteriza con el solo hecho de escucharlo.
Arturo no sólo que es una víctima directa del terrorismo de los años 70, sino que asume – con notable afectación – el dolor de las miles de familias argentinos que padecen el martirio de poseer un familiar injustamente detenido por los llamados juicios de «lesa humanidad». Él lo ha dicho varias veces, y también lo dejó plasmado en DAVIDREY.com.ar: «Si no lo hubieran matado a mi papá, hoy probablemente también él estaría preso».
DAVID REY: Año 2017. ¿Qué ha cambiado en Argentina para las víctimas del terrorismo?
ARTURO LARRABURE: Con Cambiemos cambió el Secretario de Derechos Humanos, ahora está Claudio Abruj, quien en enero de 2016 recibió por primera vez en la historia a las víctimas del terrorismo. Esto no es poco; fue una muy buena entrevista, donde asistió el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV) con su presidente, la doctora Victoria Villarruel.
D.R.: Ha habido un viraje. Ahora se nota que las víctimas del terrorismo tienen un espacio para plantear sus cuestiones. Antes no pasaba.
A.L.: Tenemos un espacio. Sinceramente creo que nos lo hemos ganado porque hemos luchado muchísimo. La batalla que se pierde es aquella que se abandona, y durante años no abandonamos la lucha.
https://davidrey.com.ar/argentino-del-valle-larrabure-38-anos-despues/
D.R.: ¿Cuáles son los actuales escollos en materia de víctimas del terrorismo?
A.L.: Los escollos son los mismos que antes. En este país que se jacta de ser el país que ha enarbolado la bandera de los Derechos Humanos, las víctimas del terrorismo no tenemos ni verdad ni justicia ni reparación ni memoria ni historia. No tenemos nada. Nos escondieron debajo de la alfombra y lo hicieron muy bien. Aquí nuestros victimarios se transformaron en víctimas.
D.R.: Vamos a recordarle a la audiencia que tu papá, el Coronel Argentino del Valle Larrabure, fue secuestrado, en plena democracia, por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Lo tuvieron detenido durante más de un año en una cárcel de un metro por un metro y medio, donde lo torturaron, lo vejaron y finalmente lo asesinaron.
A.L.: Hay que decirlo con todas las letras: mi padre estuvo secuestrado en un «centro clandestino de detención». Allí no sólo estuvo mi padre. También estuvieron secuestrados allí un industrial y un empresario, en las calles Bariloche y Garay, a 20 cuadras del centro de Rosario.

D.R.: Perdón que te interrumpa. ¿No es un cinismo, una vulgar ironía, que luego los sectores de izquierda o los organismos de Derechos Humanos señalen como «centros clandestinos de detención» aquellos lugares donde detuvieron a terroristas?
A.L.: Sí, es totalmente una ironía. La Argentina es el país más hipócrita que existe en materia de Derechos Humanos. Por ejemplo, del 73 al 76 son los años de mayor virulencia, y la CONADEP analizó del 76 para adelante. Es decir, cuando miró detenidamente del 73 al 76 se encontró con 900 desapariciones a las que catalogó como de «pruebas pilotos».
D.R.: Evidentemente, no les importan las víctimas. Desde ya, hubo víctimas inocentes. Pero yo creo que a las organizaciones de Derechos Humanos, no les importan las víctimas.
A.L.: Los nuevos desparecidos de la historia argentina son las víctimas del terrorismo, las 17382 víctimas que arrojó una investigación profunda y rigurosa, donde nosotros no sacamos solamente lo que nos conviene.
D.R.: Me interesó eso que mencionaste. Hoy, en Argentina, hay más de 2 mil Presos Políticos (400 de ellos ya han muerto en cautiverio); si las víctimas del terrorismo son los nuevos desaparecidos, los Presos Políticos, ¿acaso son los nuevos secuestrados?
A.L.: Es muy válida tu apreciación. Yo siempre digo, y lo he pensado muchas veces tras ver a los compañeros de mi padre que ya tienen más de ochenta años – la edad que tendría mi padre si viviera –, siempre digo que él también estaría preso. Esto lo dije en una reunión con Elisa Carrió (quién luego no volvió a hablar con nosotros), Graciela Fernández Meijide y la doctora Villarruel. Fue en un debate sobre los años 70; lo dije claramente.
Yo tengo mucho trato con los hijos, incluso con gente que está presa… yo hablo mucho con compañeros de papá… Lo están pasando muy mal. No encuentran explicación, sobre todo de parte de la sociedad argentina.
El chivo expiatorio de todo esto han sido los militares; fue la manera de exculpar a los políticos y a los grupos terroristas. ¿Vos viste a alguno de los integrantes de los grupos terroristas que esté preso en este momento? ¿O no lo ves, por ejemplo, a Anguita (exjerarca del ERP) pasearse por televisión cuando ni siquiera cumplió su condena?