Sr.
Presidente de la República Argentina
Mauricio Macri
S / D:
De mi mayor consideración:
Tengo el agrado de dirigirme a Ud. en función de solicitar de parte suya el auxilio que solamente Ud. puede brindar a todo argentino que abrigue el particular temor y preocupación que pasaré a detallarle.
El día 3 de mayo de 2018 prácticamente todos los medios argentinos se hicieron eco del Día de la Libertad de Prensa. Andrés Paternostro, cineasta y padre de familia como Ud., no pudo celebrar el calor de ese eco que colmó las portadas de todos los medios informativos. Es que su documental “Será Venganza” fue literalmente CENSURADO nada más y nada menos que en la 44° Feria del Libro de Buenos Aires. Allí él hoy mismo tenía pensado presentar su trabajo, su esfuerzo y, con ello, el vivo testimonio de miles de personas… que sólo pretendían ser oídas.
Sr. Presidente, esto que le cuento no ocurrió en la dictadura de Onganía, Videla o Galtieri. Con dolor e incomodidad, debo decirle que esta enorme aberración acaba de ocurrir durante su propio gobierno, en plena democracia… y el día en que los medios “celebran” la libertad de prensa.
Sr. Presidente, el documental “Será Venganza” no pretende reivindicar ninguna otra cosa que esa sed de Justicia que millones de argentinos necesitamos calmar.
Sr. Presidente, como periodista, le confieso una cosa: la libertad de expresión no consiste en decir lo que uno quiere, sino en escuchar al que necesita ser oído. ¿De qué serviría decir lo que uno quiere en un lugar donde nadie escucha? Con la censura a Paternostro – en la Feria del Libro, el día de la Libertad de Prensa y durante su propia gestión de Gobierno – no han hecho otra cosa que burlarse de aquella gente que hoy sufre un poquito más la indiferencia de un país al que le impiden escuchar a quien necesita ser oído.
Entrevisté un par de veces a Paternostro porque tengo cosas en común con su trabajo. No nos conocemos más allá del fragor de redes sociales y el desempeño profesional de ambos. Pero de algo estamos seguros tanto él como yo: los dos tenemos los mismos derechos, y nadie en este país puede venir a pisotearlos.
Sr. Presidente, ya no podemos más vivir en un país… donde nos roben nuestros derechos. Por lo tanto, que lo hayan censurado a Paternostro… es lo mismo que lo hayan hecho conmigo, y con cualquier argentino de bien, de los que no “claman” por decir lo que se les antoje sino de aquellos que verdaderamente necesitan ser oídos. Miles somos las personas que vimos en “Será Venganza” la posibilidad de ser escuchados, y miles somos las personas a las que nos dieron vuelta la cara, en la 44° Feria del Libro, el día de la Libertad de Prensa y durante su gestión de Gobierno.
Insólito: censuran a cineasta en la Feria del Libro… el día de la Libertad de Prensa
Hasta un perro tiene más libertad de expresión que nosotros, Sr. Presidente. Y esto ocurre hoy, durante el Gobierno que votamos para que nos ayude a resolver este mismo problema. Sólo queríamos que alguien nos escuche.
Sr. Presidente, seguramente comprenderá que si acudo a su atención e intermedio no es por otro motivo que por la sencilla razón de que confío, plenamente, en que Ud. sí podrá hacer la diferencia y ESCUCHARNOS.
Ud., Sr. Presidente, tiene que ser nuestra garantía de que aún existe tal cosa como la libertad de expresión, que no es otra cosa que la posibilidad que en este país tenemos los argentinos de ser oídos.
Yo voté para ser escuchado. Yo lo voté a Ud. Yo confié para que mi voz valga lo mismo que las otras. Yo lo voté a Ud. Yo voté pensando en mi país, en mi familia y en lo que viene. Yo lo voté a Ud. Yo voté para que en Argentina volvamos a creer en la Justicia, en la política y en el futuro. Yo lo voté a Ud. Yo voté para cambiar, para que al fin retomemos el rumbo y la confianza entre nosotros. Yo lo voté a Ud.
Sr. Presidente… con mucho, pero mucho dolor tengo que decirle una cosa: yo lo voté a Ud. para que estas cosas ya no sigan pasando. Y ocurre, Sr. Presidente… que todavía siguen ocurriendo.
Si callan a uno, nos callan a todos.
Sr. Presidente, con una mano en el corazón… le ruego… por favor, no nos abandone.
Sin más, aprovecho para saludarlo atentamente y desearle lo mejor tanto a Ud. como a su hermosa familia, la misma que admiramos con orgullo y la misma que seguramente será la primera acreedora del trabajo que Ud. haga por este país, el mío, el nuestro, el de todos los argentinos.
Sr. Presidente, no nos abandone.
DAVID REY
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