El villano del día

356

Escribe: David Rey

Luego de otro paupérrimo partido de fútbol en que Central volvió a vencer a su clásico rival Newell’s, Ivana Garcilazo -hincha de la parcialidad ganadora- volvía a su casa festejando como acompañante en una motocicleta. Para regresar a su domicilio, esta gente necesariamente debió circunvalar la geografía del estadio de Newell’s, razón por la cual tomaron por calle Ovidio Lagos. Pésima idea. No imaginaban, pues, que una manga de inadaptados “leprosos” los iba a repeler a piedrazos. Una piedra dio en la cabeza de Ivana y murió, prácticamente, en el acto.

Si bien de inmediato las autoridades dieron con uno de los imbéciles que arrojaban piedras, Damián Reifenstuel logró fugarse a Bolivia, donde estuvo prófugo hasta el día de hoy (25/02/2025), en que fue apresado por Interpol tras un trabajo que llevó más de dos años. Sorprende que tanto Reifenstuel como su compañero de piedras fueran nada menos que docentes, pero esto es tema para otra discusión igual de decadente. El caso es que ahora la prensa “celebra orgullosa” la captura de este innegable homicida, posicionándose como siempre del lado de los buenos.

Damián Reifenstuel es un asesino, claro está. Más grave que el crimen en sí es que cobarde y miserablemente se haya escabullido tras el gravísimo crimen que cometió, impidiendo conscientemente toda posibilidad de que la familia de la víctima -de su víctima- logre recibir algo de consuelo. Pero Damián Reifenstuel es, también, un producto, es decir, el resultado de un proceso o, más sincero aún, un medio para tal fin.

Desde que yo tengo uso de razón -más allá de logros futbolísticos tan dispersos como fugaces-, tanto Central como Newell’s más que lástima dan vergüenza, y sus “aclamados clásicos” son tan aburridos que solamente una persona con “especificidades cognitivas extraordinarias” puede perder su tiempo en su sola apreciación. La verdad es que como ambos clubes están tomados por bandas narcotraficantes, las decisiones futbolísticas que se toman nada tienen que ver con el fútbol… por ende, el resultado es lo que vemos: vergüenza. Más les importa vender droga que jugar al fútbol, claro está.

Pero la prensa de Rosario te lo vende como a lo más importante del mundo, y te lo pinta como si fuera una final del mundo entre Argentina y un combinado de ingleses y brasileños. Respecto de la bochornosa ocasión en que tanto Central como Newell’s juegan a ver quién ocasiona más vergüenza en un mismo partido, la prensa te advierte que hay un antes y un después luego de dicho pobrísimo encuentro en el que, en el menos oprobioso de los casos, no empatan en cero.

Lo cierto es que, en Rosario, además, se consigue observar un desesperante déficit educativo. La autoproclamada “capital del fútbol” adolece de un atraso cultural rayano directamente en el retraso mental (créanme que estoy siendo concesivo) y toda esa manada de seres tan indoctos como pueriles encuentra en la “medicina” que los medios les ofrecen la solución que consuela sus carencias espirituales y sus orondos vacíos existenciales. Los medios echan leña a ese fuego demencial que los retrasados mentales celebran a los saltos como una lluvia fresca en medio de un incendio, y como si fuera el último día. ¡Todos felices, viva el fútbol de Rosario, que aprendan a patear la pelota esos porteños maricones…! (Lo de retraso mental… no lo dije de modo «figurado», ojo).

Y entonces resulta que aparecen casos como el de Ivana, asesinada por un grupo de retrasados mentales, de estos que fogonean los medios, de estos imbéciles que -a pesar INCREÍBLEMENTE de ser docentes- aprendieron -gracias a los medios (la verdadera escuela)- a darle un valor agregado (superlativo) a la experiencia más triste y desabrida de la vida como es un clásico rosarino (un amistoso entre paralíticos tiene más fútbol). De golpe y porrazo, los mismos que convierten cada deprimente partido en “un antes y un después”, en “lo más importante del mundo”, de inmediato se ponen del lado de la víctima… y lanzan lamentaciones que hacen crujir el pavimento, y se indignan por lo que pasó, y se esperanzan con dar con los asesinos, y se vuelven a indignar de que uno sigue prófugo, y le hacen notas a la familia y suben fotos con recuerdos, lloran con dolor a todo grito, se persignan y piden a Dios, y un día anotician con que dieron con el que estaba suelto, y vuelven los llantos, los abrazos, las lamentaciones que rajan la tierra y las fotos con recuerdos, los gritos, las proclamas, las luces, los apretados abrazos, la justicia, la esperanza, más lágrimas, acá tenés la foto del villano del día.

Ivana sigue muerta. Los que la mataron eran docentes, nada menos, profesores (un docente podrá tener muchas cosas para enseñar, que lo único que marca al alumno es el EJEMPLO. Bueno, así estamos en la «gran» ciudad de Rosario, que patea mejor la pelota que los putos porteños. Lindo ejemplo). La familia de Ivana sigue y seguirá sin Ivana… y la recua de imbéciles de los medios rosarinos sigue y seguirá lamentándose al mismo tiempo que convierte un triste espectáculo deportivo en una final del mundo para inadaptados.

Rosario tiene a Messi y lo tiene a Di María. Ninguno de los dos puede venir siquiera a jugar un partido con la remera del club de sus amores, tal es el grado de retraso mental que aqueja a esta ciudad. Podríamos ser la vidriera del mundo (facturar a lo grande), pero elegimos ser el excusado. Neymar pudo volver a Brasil a su club y se luce en cada partido (o al menos no se desata una carnicería). Somos un pozo ciego cuya profundidad se desconoce… es que los medios horadan cada día la misma mierda de siempre. Eso sí, si surge un problema… salen corriendo a lavarse las manos, las mismas con que abrazan luego a “sus” víctimas.

Convirtieron una fiesta familiar en un desastre inmoral, o no hicieron nada para evitarlo (que no es menos grave). Somos rosarinos, el mundo habla de los jugadores que salen de esta puta ciudad… Podríamos ser una vidriera, entremezclados, dando el ejemplo… Elegimos ser un excusado de falopeados. Los que deberían educar son los que tiran la piedra y los que deberían unir son los que separan.

Ivana sigue muerta. Pero hoy tenemos al villano del día, ¡lo atrapamos! Los medios rosarinos levantan la copa de nuevo, mientras se limpian el trasero con Reifenstuel e Ivana a la vez.

Y todos contentos, felices… ¡todo sigue igual! Ven la carita de la foto, pero no me ven a mí, detrás de todo, mientras me retuerzo con vos, sentidamente.

(No quiero que pienses como yo. La vida me agrió demasiado para pensar así. Quisiera que pienses, nada más).


¿Te gustaría ayudar al periodismo independiente?

CVU de Mercado Pago: 0000003100047927961753
alias: davidrey11.mp

CVU de Banco Galicia: 0070233330004016158682
alias: DAVIDREY11