«Es una locura antiética vacunar a los niños con un experimento»

El pediatra Pablo Linares afirmó que los prospectos de los inóculos para el Covid prohibían su aplicación en menores. "Los médicos se transformaron en dadores de medicación".

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Escribe: Valeria Vizioli (*)

Claudio Linares es médico pediatra. Se especializó en neumonología y dedicó toda su vida a cuidar de sus pequeños pacientes. Sin embargo, Claudio es mucho más que un doctor de niños: es un profesional con una perspectiva holística de este gran arte que es la medicina e integra varios elementos muy interesantes a la hora de abordar sus consultas. ¿Querés conocer qué piensa este gran pediatra? Te invito a leer la siguiente entrevista que tan amablemente me brindó.

La Medicina es una ciencia muy amplia y con muchas especializaciones dentro de su campo de acción. ¿Qué lo llevó a elegir la rama de la Pediatría como forma de vida?

La Pediatría la elegí porque no cabía en mi mente otra especialidad. Mi padre tenía un kiosko de diarios en la puerta del Hospital de Ezeiza y yo veía entrar y salir heridos y enfermos. Cuando descubrí la Pediatría viendo a los pediatras trabajando en el hospital me resultó fantástico. También elegí la profesión por haber sido hijo único con bastantes enfermedades de chico, quería proteger este grupo etario que es tan fundamental. Yo siempre digo que ellos son los que van a cambiar el mundo si algún día el mundo cambia. Creo que los niños no son los más vulnerables, son potencialmente los más inteligentes, después los adultos los llevamos por otro camino.

Cuéntenos brevemente dónde se ha formado y en qué establecimientos ha ejercido la profesión.

Mi formación fue muy única, en ese momento había lo que se llama “practicantado” y siendo practicante cuando estaba en quinto año de la facultad, tuve que llevar a un chico al hospital de Niños y me pareció tan fantástico que dije “tengo que entrar ahí”. Di mi examen de residencia después de haberme recibido de médico y entré. En aquel momento ingresaban 33 de 700-800 postulantes, así que fui muy afortunado de ejercer en el Gutiérrez. Me recibí de pediatra en el hospital con 4 años de residencia y después me especialicé en neumonología. Trabajé 30 años más, 6 en terapia intensiva y 24 en terapia intermedia respiratoria. Así que mi vida transcurrió en un hospital. En paralelo atendí y atiendo en mi consultorio particular que es mucho más relajado, pero reconozco que el hospital de Niños me dio todo.

¿Cuáles son los cambios que ha podido evidenciar desde que usted se inició en la medicina y la práctica profesional con la que nos encontramos en la actualidad?

Con tantos años de experiencia vi evolucionar la medicina. En la Pediatría cada vez se habla menos con las familias y con los pacientes. Se hizo muy tecnológica, no sé si por miedo legal los médicos se transformaron en dadores de medicación y piden muchísimos estudios o derivan a muchos especialistas. Eso no es Pediatría, eso es otra cosa. Pero si me preguntas qué cambió, te diría que la relación médico-paciente. En nuestro caso esa relación es tanto con los pacientes y con las familias, porque somos médicos de familia. Veo que se perdió la comunicación por el apuro de atender más pacientes y creo que tiene que ver con la situación económica también. La medicina en realidad es un arte y hay que dedicarle todo el tiempo que sea necesario.

¿Qué opina de la inoculación en menores por el último gran virus que se ha puesto de moda hace dos años? ¿Existen estudios científicos que avalen esta medida?

Con respecto al virus estuve muy tranquilo porque al ser pediatra, en la primer etapa de esta “pandemia”, los prospectos de las vacunas decían que estaban prohibidas en menores, con lo cual me quedé bastante relajado sabiendo que no iban a tocar a mis pacientes, hasta que en septiembre de 2021 a algún genio se le ocurrió inocular con Sinopharm que es una vacuna que se daba solamente en 3 o 4 países: El Salvador, Egipto y China (y Argentina). Empecé a leer sobre el tema y me pareció una locura vacunar a los chicos. En aquel momento se vacunaba a los chicos de 4 a 11 años… Y me perdí en esto. Perdí colegas, perdí amigos, porque estaban todos a favor de esta vacunación, no habiendo trabajos científico serios que lo avale. Los niños son los que menos se enferman y el 99% que murió de covid es porque tenía una enfermedad concomitante. Me parece una locura vacunar hoy a los menores entre 6 meses y 3 años porque es un experimento todavía, aún no está avalado y es ilegal y anti ético experimentar con chicos.

Una innumerable cantidad de doctores encuentran un síntoma y automáticamente aplican medicamentos, ¿Qué opinión le merece la medicalización constante en los niños sin tener en cuenta otras variables que estén afectando sus cuerpos físicos? ¿Cómo cree que podríamos establecer una medicina holística o más integral?

Con respecto a medicar, con el paso del tiempo cada vez fui medicando menos. Hoy si me preguntas con qué medico, en mi especialidad utilizo algunos aerosoles para el asma, un antibiótico o dos, no más que eso, y muy pocas cosas más. El médico se siente protegido dando un antibiótico y las madres se sienten protegidas si se lo dan. Particularmente no estoy de acuerdo, prefiero utilizar mi tiempo y hablar de este tema. Estoy absolutamente en contra de medicar, quizá esto me ayudó un poco porque sentí que la pediatría no alcanzaba, entonces hice un curso superior de ayurveda, estudié medicina china y hasta chamanismo. Estuve en contacto con un chamán de las sierras de Córdoba y llegué a la conclusión de que la enfermedad es mucho más amplia. No es “me enfermo y me medican”, sino “¿por qué me enfermo, cómo me enfermo, quién se enferma?”. No se enferma un cuerpo, se enferma un ser espectacular y muy complejo.

Una de las herramientas que utiliza y recomienda en sus pacientes es la meditación. ¿Qué beneficios trae esta práctica milenaria en los niños?

Con respecto a la meditación hay que estudiar mucho, pero no hay nada que discutir. La practicaban los hindúes, los chinos y los tibetanos y existen estudios científicos muy amplios de neurociencias y otras especialidades que muestran que una enfermedad se cura mucho más rápido en meditadores que en no meditadores, que los meditadores son más longevos y que la meditación serena tu mente y puede ayudarte a tomar decisiones más sabias. Eso está todo demostrado. A mí me gustó porque el profesor con quien estudié tai chí enseñaba a meditar y luego de hacer otros instructorados mi vida cambió. Creo que la meditación tiene que ser una materia obligatoria en los colegios y sobre todo en el ámbito de la salud, explicando los beneficios que trae en personas sanas y más aún en los enfermos.

A comienzos de 2020, antes de que se desate la “pandemia”, ha editado el libro “Despierten Padres”. ¿Qué lo llevó a plasmar sus conocimientos en un documento escrito?

Mi idea con el libro es explicar que la Pediatría clínica por sí sola no alcanza para sanar y curar a los chicos. Y sí hay otras cuestiones complementarias a tener en cuenta, como por ejemplo parte del chamanismo que habla del poder de la palabra, la espiritualidad en general, el hecho de ser mejores personas, mejores padres, practicar meditación y llevar una alimentación sana. Escribí el libro diciendo que soy pediatra, que la pediatría es fantástica pero necesitamos más elementos para sanar a las familias y a los chicos. El libro quiere ayudar un poco con eso.

¿Cómo ve la “telemedicina”? ¿Es posible reemplazar la consulta presencial por una práctica virtual?

La “telemedicina” creo que ocupa un lugar muy chiquitito en la pediatría. Yo la utilizo actualmente para abordar trastornos de conducta y hablar con los padres a solas, para ver la foto de una mancha que le salió al niño, por ejemplo, y tranquilizar a los padres, pero luego tengo que ver al paciente, lo tengo que auscultar. La “telemedicina” sirve para hacer educación de padres y brindar algunas enseñanzas, pero no me parece importante en pediatría.

Por último, ¿qué consejos le daría a la sociedad para gozar de una buena salud?

Para estar sanos debemos alimentarnos con comidas que nos hagan estar sanos: “somos lo que comemos”. No debemos dejar de hacer ejercicio y estar al sol, pero sí recomiendo alejarnos de las pantallas y de los medios de comunicación. Hay que dar mucho amor, muchas caricias, muchos elogios, sobre todo a los más pequeños. Hay que amar muchísimo.

Contacto Instagram: Claudio Linares

(*) Título original: Pediatría y Meditación: entrevista con el Doctor Claudio Linares


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