Escribe: David Rey
Ay, César… ¿ya te enteraste cómo tus compañeros kirchneristas te están dando la espalda? Ni uno salió a defenderte, ni uno..
Vos, por esa gente de mierda, le diste la espalda a tus camaradas.
Tus camaradas, César, los que están presos hace años por las mismas patrañas por las que hoy te meten preso a vos. Y vos, sí, vos… vos les diste la espalda a tus camaradas.
No se te movió una ceja mientras morían en la cárcel, injustamente. 400 Presos Políticos Argentinos. 400. No se te movió una ceja, César… mientras aquel enemigo de antaño los liquidada lentamente.
Mi educación me prohíbe celebrar la desgracia ajena, César… y te juro con toda sinceridad: estoy apenado por vos, si bien entiendo que deberías cumplir pena de cárcel por haber integrado esa banda de «compañeros» mafiosos y ladrones que es el kirchnerismo.
Ojalá, César… César Milani… haya espacio en tu corazón para un resto de valor.
El valor que vas a necesitar para pedirles perdón a tus camaradas por haberles dado vuelta la espalda y husmearles las medias a tus «compañeros».
No tengas miedo, César. Quizás necesites recordar la diferencia que existe entre un «compañero» y un camarada.
Como muchos de tus camaradas vas a tener que tomarlo… como un designio de Dios y como un servicio a la Patria.
Hay un dicho, César: «¡Soldado, nunca pidas perdón por haber defendido tu Patria!».
Vos, César, aunque no creas… TENÉS POR DELANTE UN GRAN DEBER:
Hablá con Dios. Llorá. Y tranquilizate.
Y sé el primero, de la larga lista, en pedirle PERDÓN a los que defendieron esta Patria, la tuya también.