
Escribe: David Rey
Debo aceptar que leer la columna de Ernesto Tenembaun, los domingos, en Infobae, al menos para mí, se ha convertido en una parada inevitable, y no más que por dos sencillas razones: primero, me gusta cómo escribe el tipo; segundo, sus editoriales tienen la capacidad de sintetizar o condensar toda esa batahola argumentativa que ondea -hoy, de forma apocada- en lontananza. Sus dominicales escritos casi siempre estriban respecto de la realidad política argentina y, sin falta entonces, su postura es decididamente crítica o contraria al gobierno, más precisamente de la figura del presidente Javier Milei. Leer a Ernesto y saber de qué se quejan los que se quejan… Para mi sorpresa -más allá del cinismo permanente de sus opiniones, periodista, en fin-, no obstante, me ha parecido apreciar que algunas de sus publicaciones no estaban inspiradas en mala intención (“mala leche”, como se dice en Argentina), sino más bien por el contrario.
No es el caso del artículo por él escrito titulado “El domador de zurdos y mandriles”, donde desarrolla una larga lamentación de la retórica que, según él, intenta imponer el actual gobierno nacional. Básicamente, el hombre se queja de que el mileísmo se refiera a sus críticos como “zurdos”, “mandriles” y de que utilice la expresión “domar” respecto de la forma con que los simpatizantes de Milei llaman a los constantes “bailes” que referentes e intelectuales prooficialistas propinan a sus eventuales adversarios (y que el mismo Tenembaun ha sabido protagonizar en más de una ocasión como indiscutible perdedor). El periodista nos advierte del peligro que implica la palabra “domar”, la cual adosa a nociones de “dominar”, “someter” o “humillar”. Esto sería un peligro para él, aunque lo cierto es que -más allá de la profusa imaginación del columnista- “domar” es una expresión bastante suave si consideramos que, en realidad, los intelectuales a los que él hace alusión más que domar suelen “APLASTAR” a sus adversarios.
Tenembaun intenta configurar, por cierto, una idea bastante exhaustiva de otra palabra “de época” que popularizó el presidente Milei, que suele llamar a sus críticos con el mote de “mandriles”. Los mandriles son monos que tienen el culo rojo, independientemente de lo que para nuestro imaginario signifique un culo rojo. Más allá de la pornográfica percepción de Tenembaun, es una felonía reprocharle al presidente que suela decir que a sus críticos “les quedó el culo como a un mandril” toda vez que fallaron en sus calamitosos pronósticos (si fuera por muchos pochocleros y opinólogos, este gobierno ya se hubiera caído al tercer mes de mandato). En rigor, les quedó el culo rojo -como si fueran mandriles- no porque nadie haya sodomizado a nadie, Ernesto (¡vaya inventiva!). Claro que es entendible que una persona que dijo, al aire, que un consumidor de pornografía infantil no comete ningún delito, observe un culo rojo desde una perspectiva bastante más complicada (y comprometida) que lo que para cualquier argentino bien pensado es el resultado de una patada, la patada en el trasero que se ligó buena parte de ese sector holgazán que pretendía vivir toda la vida a costa del erario público. Todo argentino utiliza la expresión “culo roto” sin que con ello nos estemos pajeando con nada.
Por otro lado, para un intelectual de la talla de Tenembaun (no le vamos a negar al tipo que piensa, escribe como un genio, y que -leal a sus ideas, por más inadmisibles que nos parezcan- no se casó con ningún gobierno (hagamos un esfuerzo para concederle esto)-, es un insulto a la inteligencia que, justamente, él se queje de que la gente llame “zurdos” … a los zurdos. No vamos a perder tiempo en esta inesperada estupidez de Tenembaun -no hace falta explicar nada- sino que vamos a ir directamente a detenernos frente del imponderable cinismo y de la inconmensurable hipocresía del buen escriba de Infobae, el reputado sitio informativo que financia Only Fans, entre otros destacados actores sociales (que tampoco verían nada malo en un tipo que consuma pornografía infantil).
Ernesto, perdón por mi sinceridad… pero, ¿cómo podés ser tan hijo de puta? (con perdón de tu buena mamá, quien seguramente no se merece esta inevitable definición). Te quejás de que el presidente Milei y TODO EL MUNDO llame “zurdos” a los zurdos, ¿y cuándo te quejaste de que a personas como a mí, por ejemplo, nos llamen “fachos”, “genocidas” o “de ultraderecha” por el simple hecho de considerar que la historia tiene dos caras, y que una de esas caras incluye a las víctimas de los terroristas, es decir, de los ZURDOS COMO VOS? Seguramente vos te recibiste de periodista en una situación mucho más cómoda que yo, ¿te gustaría que te explique, alguna vez, todas por las que yo tuve que pasar para poder recibirme? A vos te llaman “zurdo” por defender y legitimar a los asesinos seriales que llevaron al más lamentable baño de sangre de nuestra historia; a mí me llaman “facho” -y por esto mismo jamás podría trabajar en un lugar “importante” como vos- por acercarle un micrófono a una víctima de los depravados que vos defendés. ¿Y encima te quejás? ¿Te pusiste a pensar cómo realmente habría que llamar a seres como vos?
No vi un artículo tuyo reprochando que, recientemente, en momentos en que la vicepresidente Victoria Villarruel (otra “facha”, para trastornados como vos), asistió a una Misa por la muerte del papa Francisco, un grupo de “zurdos” (como vos) casi que la obligó a irse a las corridas al grito de “nazi” y de que la irían “a encontrar” donde fuera. ¿Por qué nunca le acercaste un micrófono a Victoria, una mujer despreciada dentro de la misma “derecha” por circunscribir su trabajo sólo al testimonio de las víctimas de los zurdos “intelectuales” como vos? ¿Por qué no dijiste nada de que un grupo de violentos la haya acosado nada más y nada menos que en una Misa?
Te molesta que te digan “zurdo”, pero no te jode que los zurdos amenacen a una persona -en este caso, nada menos que la vicepresidente- y que le digan que la van a encontrar donde sea que vaya. Tampoco te vi poniendo el grito en el Cielo cuando a millones de argentinos nos llamaron “negacionistas” por no aceptar las inoculaciones experimentales que tus adorados Mengueles llevaron a cabo, tampoco nunca leí un artículo tuyo lamentándote por todo el desprecio que tuvimos que padecer las personas que, incluso a zurdos como a vos, les avisamos de los efectos adversos de las vacunas que ustedes, “los importantes de los medios”, promocionaban tan felizmente (tampoco te veo ahora entrevistando a personas que padecen efectos adversos. Te puedo pasar teléfonos, si querés). Que un etiquetador serial como vos se “ofenda” porque le digan zurdo, es una alevosía que no te la voy a dejar pasar, seas quien seas.
Por cierto, ¿dónde estabas vos y dónde puedo encontrar tus columnas radiales o artículos escritos respecto de las veces que censuraban -en vivo y en directo- a las personas que, como vos te quejás ahora, no pensaban igual al gobierno? ¿Sabías que muchas de mis entrevistas las tuve que subir en Odysee dado que YouTube y Facebook me las bajaban al instante? Vos, que ahora llorás con lágrimas de mandril… no dijiste nada, entonces, cuando miles de comunicadores como vos no podíamos hablar como hoy vos lo hacés, tan plácidamente.
Ernesto, en fin, menos tiempo a los videos que mirás… y más tiempo a la realidad. Me gustan tus artículos, escribís excepcionalmente bien, me evitás todo el trabajo de ver cómo piensa toda esa vorágine desesperada de zurdos como vos… pero la ideología te está embarrando los ojos. Ya no estamos en los setenta, tampoco en la isla de Epstein. Me encanta la mayoría de tus artículos, pero me parece una deslealtad de tu parte que, por colmo, denuncies que peligra la libertad de expresión o de prensa cuando en el principal sitio informativo del país (y que patrocina Only Fans, justamente) tengas tu merecido espacio, el mismo que cada día se torna menos significativo no por acción de Milei o de sus simpatizantes sino por tu insulsa condición de zurdo, mandril e hipócrita.
Yo no te voy a recomendar adermicina, como suele hacer nuestro presidente. Pero te voy a recomendar lo mismo que siempre tuve que hacer yo, dado que nunca tuve la suerte de que me paguen por escribir porque siempre fui “un facho” por culpa de zurdos como vos. Tenete siempre a mano un buen currículum. En un país de libertad no es el gobierno quien elige a los “importantes”. Es la gente, la que a vos te llama “zurdo”, como a tantos, la que elige a quién escuchar y en quién creer. Milei, por su parte, sólo trata de ser entendido por todos esos que a ustedes ya les bajaron la persiana, les dieron una patada y les dejaron el culo como el de un mandril.
…
¿Te gustaría ayudar al periodismo independiente?
CVU de Mercado Pago: 0000003100047927961753
alias: davidrey11.mp
CVU de Banco Galicia: 0070233330004016158682
alias: DAVIDREY11