Escriben: María Eugenia Prestofelippo; Marcelo Fernández, Esperanza (*) y La Patriota (**)
Carta al Pueblo Argentino:
Quienes escribimos estas líneas suscribimos a la idea de apoyar en la ciudad de Buenos Aires la Lista 262 encabezada por el general retirado Heriberto Auel. Somos civiles, todos con menos de 45 años, preocupados por el destino de nuestro querido país.
Aspiramos a que los habitantes de la ciudad de Buenos Aires le den la oportunidad a un hombre como el señor Heriberto Auel y a sus acompañantes. Para lo cual los invitamos a seguir la lista 292 recientemente formada por personas con entera convicción de que todos nos merecemos un país mejor, donde la verdad, el honor, la palabra y la justicia recuperen el lugar que tienen que tener en toda República. Tras haber estado al borde de convertirnos en un estado cuasi fallido, como lo son Cuba o Venezuela y sin haber salido aún de esta encrucijada, vemos cómo la política se ha transformado en un elemento más de mercancía mercenaria, donde los candidatos de siempre se reciclan elección tras elección.
Podríamos enumerar decenas de conceptos analizando la dirigencia política de este país. Tanto ustedes como nosotros sabemos que nuestro país ha sido saqueado en todos los aspectos y aun así creemos en las bondades y en las capacidades humanas de nuestra gente.
Años de relato, mentiras, deformaciones históricas, falta de justicia y de igualdad en la aplicación de las leyes en los Presos Políticos. Nuestra Constitución Nacional declara como derechos personalísimos: el derecho a la vida, al nombre, al honor y a la intimidad (total incumplimiento en el caso de los Presos Políticos). Si bien en nuestro país rigen las Convenciones Americanas de Derechos humanos, tampoco son cumplidas las Proclamas en cuanto a la vida y dignidad de los Presos Políticos: el Artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos expresa: “Todos son iguales ante la Ley y tienen sin distinción, Derechos a igual protección de la Ley”. En cuanto al artículo 11 expresa: “Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos, según el Derecho Nacional o Internacional”. Y por otras tantas cosas….
Queremos dejar atrás estas terribles vejaciones y reconstruir un país que cumpla los preceptos de nuestra Constitución Nacional.
Nuestros candidatos provienen de las entrañas mismas del pueblo argentino y, además, aportaron al sagrado precepto de defender a la Nación entregando su vida misma y sin pedir nada a cambio. Esto es lo nuevo que ofrecen los candidatos de la lista 292. Dejamos también aclarado que todos ellos poseen la capacidad intelectual y moral que todo candidato a funcionario debiera tener. Los invitamos a que los conozcan.
Hoy pueden ser parte de una orientación que salve a este país. Por ello, nuestros candidatos surgen para recuperar la IDENTIDAD NACIONAL y, por sobre todo, a un encuentro de CONCORDIA que implique cerrar heridas para poder mirar el futuro sin resentimientos, odio, violencias y ningún estado exterior que desunan a los hermanos Argentinos.
Si practicáramos la frase que el Dr. René Favaloro nos regaló, todo sería diferente: “Proceder con honestidad, en aras de la dignidad del hombre, es el compromiso más trascendente en nuestro corto paso por este mundo”.
Miremos al cielo azul, invoquemos a nuestro Señor Todopoderoso y cantemos con orgullo nuestro Himno Nacional. Llegó la hora de gritar, escuche quien escuche, ¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!
LLEGÓ NUESTRA HORA DE VOTAR A NUESTROS HEROES.
“Es tiempo de Militar por la Patria”.
(*) (**) Seudónimos