Escribe: David Rey
Natalia Aguiar es escribana, abogada, periodista, seguramente también debe ser una excelente ama de casa y una magnífica amiga. Y además es la autora del libro «El Señor de la Corte», un trabajo inestimable que deja al desnudo al máximo «jerarca» de la justicia argentina durante los últimos diez años, es decir, el doctor Ricardo Lorenzetti.
A poco de publicarse, los medios llamaron «confuso episodio» el motivo por el cual el libro de Aguiar fue retirado, momentáneamente, de las librerías. Pero ella – que dedicó cuatrocientas páginas a conocer de cerca a su protagonista – no se las anda con eufemismos. Dijo, pues, a DAVIDREY.com.ar: «El libro fue censurado por Ricardo Lorenzetti, y me lo confirmaron sus operadores, con quienes yo hablé durante la mayor parte de la investigación».
Según la autora, ni el mismo Lorenzetti se imaginó un trabajo así, tan exhaustivo, tan documentado y que lo mostrara tal cual es: el hombre más poderoso y temido de Argentina. El hombre que le impidió ir a presentar su libro en el programa de Mirtha Legrand (donde fue anunciada y todo) y aquel del que tiene que cuidarse, incluso, el mismo presidente Mauricio Macri.
En fin, el hombre que para los grandes medios de comunicación tan solo existe como el presidente de la Corte Suprema de Justicia, intocable, impoluto y arquetípico inclusive. Quizás porque muchos tengan presente el «constante hostigamiento» que sufrió Aguiar. Según ella confió a este medio, «una de las últimas amenazas que recibí fue que me quedara tranquila, que físicamente no me iba a pasar nada ni a mí ni a mi familia pero que tenga por seguro que no iba a trabajar en ningún medio grande de Argentina, porque de eso se iba a encargar Ricardo Lorenzetti».
Quizá Natalia Aguiar leyó, en su adolescencia, el libro «El Señor de las moscas», de William Golding, y seguramente quedó marcada por la forma con que un grupo de niños perdidos puede ilustrar a la perfección el comportamiento de los adultos. Tal vez, inspirada en ese título se haya propuesto, con «El Señor de la Corte», reflejar la manera con que un solo hombre puede reflejar la decadencia de todo un sistema… que se pudre nada menos que a partir de la cabeza.
DAVID REY: ¿Cómo se te ocurrió realizar una investigación tan exhaustiva sobre el doctor Ricardo Lorenzetti?
NATALIA AGUIAR: Yo trabajé durante más de ocho años como periodista acreditada en la Corte Suprema y en Comodoro Py, en la Justicia Federal. Me di cuenta que estaba todo hilvanado como parte de lo que se llama “la familia judicial”. Me pareció interesante cómo fue mutando la figura de Lorenzetti desde que llegó a ser ministro de la Corte en el 2004; luego en el 2007 fue presidente del Tribunal.
A medida que me fui metiendo en tema empiezo a descubrir algunas irregularidades, además de que me llamó la atención nadie haya escrito sobre él, ni que los grandes medios arremetieran contra un personaje que era conocido – vox populi – por su supuesta corruptela y manejos espurios.
En el mundo judicial y en el mundo político se sabe de su modus operandi extorsionador, que tiene fallos tarifados en la Corte…
D.R.: ¿Qué es un “fallo tarifado”?
N.A.: Es cuando alguien cobra para garantizar ciertos resultados, sobre todo si tenemos en cuenta que ahí llegan muchas causas de empresas relacionadas a la energía, como ser todas las causas de biodiesel, YPF, Chevron; también otras causas que están vinculadas a resoluciones de constitucionalidad o no, como en su momento fue la Ley de Medios. La Corte es el último resorte que tiene cualquier ciudadano, sobre todos los empresarios o políticos ante alguna vulneración.
En mi libro la documentación es contundente respecto de cómo se desarticularon los mecanismos de control en el marco de la justicia, cómo se desvirtúa la letra constitucional, cómo no se respetan las normas y cómo quienes aquellos que deben hacerlas respetar las pasan por alto.
D.R.: ¿Cuáles son las peores cosas que hay en torno a la figura de Lorenzetti, además de esto? La doctora Carrió le inició juicio político…
N.A.: Se lo inició después de que salió mi libro, incluso utilizó parte del mismo para fundamentarlo y pone como testigos a muchos de los que yo menciono. El libro está muy documentado sobre las irregularidades sobre todo en el manejo presupuestario de la Corte Suprema durante los años de presidencia de Lorenzetti y muestra cómo él hizo caja en un supuesto acuerdo con (el expresidente) Néstor Kirchner cuando fue nombrado en 2004, mientras que en 2005 le delegaron las facultades presupuestarias del Concejo de la Magistratura a la Corte. De este modo se generó en la corte un superávit de 14 mil millones de pesos, que es lo que se reconoce… En realidad, se presume que serían 12 mil millones de dólares.
D.R.: Si bien es el presidente de la Corte Suprema de Justicia, él, solo, todo esto no lo puede hacer. ¿Quiénes son los cómplices de Lorenzetti?
N.A.: El primer cómplice fue expresidente Néstor Kirchner. Luego sigue una serie de jueces vinculados también a la Asociación de Magistrados de Jueces Federales. Lorenzetti construyó su núcleo más cercano o su “familia judicial”, con quienes se maneja y tiene hilos conductores, cosa que le permite tener una llegada directa e incluso manipular resultados en causas sensibles al poder como manipular también los sorteos para que estas causas recaigan en jueces afines a él.
D.R.: Pero dentro de la misma Corte Suprema de Justicia, los otros jueces… ¿han hecho oído sordo, no se han dado cuenta o son cómplices?
N.A.: Yo creo que las dos cosas. No pueden haber estado al margen de todas las irregularidades que cometió Lorenzetti desde mi opinión y tal como lo sustentan las pruebas.
D.R.: Me sorprende, y me decepciona. Yo, ciertamente, había depositado cierto crédito en los nuevos integrantes de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti.
N.A.: Ellos no tenían vinculación con el manejo presupuestario, pero ahora sí. Tampoco pueden hacer nada, salvo evitar que sigan avanzando estos actos de corruptela. Yo creo que si ellos permiten que esto siga adelante, entonces sí van a ser cómplices de Lorenzetti. Hasta que ellos asumieron, Lorenzetti ya había generado todas estas irregularidades.
D.R.: ¿Qué les correspondería hacer a Rosenkrantz y a Rosatti?
N.A.: Denunciar todas las irregularidades que ocurren ahí adentro, todo lo que ellos saben, todo el manejo o el desmanejo presupuestario que hay desde la cabeza del Poder Judicial. Creo que ellos, por lo menos, deberían pedir informes al presidente de la Corte, abogar para que se presenten las declaraciones juradas de todos los ministros durante los últimos diez años y realizar un estudio pormenorizado y concluir si realmente hubo o no enriquecimiento ilícito, si hubo retorno, cohecho, coima.
D.R.: Has dicho que Lorenzetti es el hombre más poderoso de Argentina…
N.A.: Sí. Es el hombre más poderoso y más temido de la Argentina. Ha logrado generar un temor reverencial.
D.R.: ¿Por qué los medios no hablan de tu libro? ¿Cuál es el papel de Lorenzetti en los medios?
N.A.: Hay dos grandes grupos de medios que no hablan de Lorenzetti. Uno es el Grupo Clarín (de donde “me bajaron” del programa de Mirtha Legrand; ya me habían anunciado junto a [Jorge] Asís) y el otro es el Grupo América. Yo creo que en el caso del Grupo América habría cierta vinculación comercial y negocios con alguno de los allegados y accionistas, mientras que en el caso del Grupo Clarín, ocurre que todavía tiene una serie de causas vinculadas a la fusión Cablevisión-Fibertel en diferentes provincias, como otras tantas causas…
D.R.: ¿Los extorsiona Lorenzetti?
N.A.: Desde ya, sí. Es una persona que condiciona y extorsiona. Por eso yo lo defino como el hombre más poderoso y temido de la Argentina. Era importante que mi libro saliera; ha sorprendido a mucha gente, y los que no se hacen eco del libro yo creo que es porque están vinculados de alguna manera a Lorenzetti, porque tienen causas para resolver. Incluso el mismo (presidente Mauricio) Macri depende de Lorenzetti para las causas de corrupción que tiene, que ya acumula como 50.
D.R.: Tu libro ha sido censurado. ¿Lorenzetti estaría detrás de esto?
N.A.: Sí, el libro fue censurado por Ricardo Lorenzetti, y me lo confirmaron sus operadores, con quienes yo hablé durante la mayor parte de la investigación. Me confirmaron eso y que hubo desembolsos de dinero. El libro salió a la venta el 23 de febrero de 2017 y al otro día, tengo entendido que, una vez que Lorenzetti lo leyó (no se esperaba que tuviera la magnitud de documentación que tiene) y después de haberlo hecho leer por abogados para ver si podía iniciar acciones legales contra mí y contra la editorial, decidió intermediar para que el libro se censure. Él fue el que habría pedido, a cambio de dinero, que el libro se censure.
D.R.: ¿Qué clases de hostigamientos sufriste?
N.A.: Desde el 2012 hasta ahora, el hostigamiento de Lorenzetti hacia mi persona fue constante. Tuve la pérdida laboral en varios lugares, además de la Editorial Perfil por expreso pedido de él. De hecho, una de las últimas amenazas de sus operadores fue que me quedara tranquila, que físicamente no me iba a pasar nada ni a mí ni a mi familia pero que tenga por seguro que no iba a trabajar en ningún medio grande de Argentina, porque de eso se iba a encargar Ricardo Lorenzetti. Cosa que no me extraña porque ya viene pasando… Es decir, si no hubiera escrito el libro, también me hubiera pasado.
Cuando volví de Rafaela (ciudad natal de Lorenzetti), en agosto del año pasado, empezó el hostigamiento de un secretario letrado, y después de operadores directos, y señalados en el libro como socios y/o testaferros, empezaron a tener contactos conmigo para saber el tenor de la información que manejaba e intentaron que claudicara en mi proyecto final de terminar el libro.
D.R.: ¿En algún momento has tenido ocasión de hablar con el mismo Lorenzetti?
N.A.: Sí, el libro termina con una entrevista a Lorenzetti que le realicé el 8 de noviembre del 2016, mientras que la había pedido formalmente en el mes de octubre. Fue una reunión tensa donde él, en principios, no quiso hablar “en on” (ser grabado); le dije que había ido convocada por su secretario personal y que no me iba a ir sin la entrevista. Finalmente, después de una hora de hablar “en off”, accedió a contestar algunas preguntas. Creo que él también consideró importante que estuviera su palabra en el libro.
Fue una entrevista muy desconcertante. Él aceptó, por ejemplo, que nombró a su mujer en el Juzgado Federal; que su hijo trabaja en grandes empresas vinculadas a él, en Rafaela; que nombró a un sobrino, que nombró a la cuñada… Es decir, nepotismo que también acepta. Niega los supuestos negocios y testaferros pero la investigación descubre una serie de negocios vinculados a diferentes rubros, desde salud, farmacia, financieras, constructoras, hotelería…
D.R.: En tu libro revelás que Lorenzetti tiene muchas actividades que son incompatibles con su rol de funcionario público, ¿no es así?
N.A.: Claro. Porque ningún juez de la Nación puede ejercer el comercio, pero en el caso de Lorenzetti lo ejerce a través de terceras personas. No él directamente pero sí personas vinculadas a él desde la época de Rafaela, de cuando él era abogado.
D.R.: Otro dato relevante de “El Señor de la Corte”, es que mencionás que Lorenzetti, en su juventud, formó parte de la organización armadas Montoneros. Esta situación de innegable parcialidad ideológica, ¿no lo inhabilita, aunque sea en un sentido ético, a expedirse en asuntos que tienen relación con los juicios de Lesa Humanidad; por ejemplo, 2×1, preventivas…? En Santiago del Estero, por esta misma razón, fue apartado prácticamente todo un tribunal.
N.A.: Yo entiendo que sí, pero una cosa es lo técnico y otra cosa es lo que pasa en la Corte. La Corte Suprema argentina, y como cabeza del Poder Judicial, ha vulnerado mucha normativa, y ahora está sospechada de corrupta. Entonces, ¿qué podemos esperar? No cumple con la Constitución, no cumple la ley, por lo tanto, no cumple con su función de garante constitución, de garante de los derechos y garantías de los argentinos.
Eso es lo más revelador del libro, que muestra una cabeza judicial, una cabeza del Poder Judicial sospechada de corrupta. Pero nadie se atreve a investigarlo, nadie se atreve a enfrentarlo porque es un hombre muy poderoso y vengativo, según quienes lo conocen… y sí, considero que debería haberse apartado no solamente de las causas de Lesa Humanidad por sus antecedentes sino también aquellas vinculadas al código civil, que lo redactó él junto a Jaime Nolasco.
D.R.: Pero, ¿qué hizo él como montonero? ¿Era un activista armado o simplemente un panfletero?
N.A.: Según mi investigación y a muchas de las personas a las que yo entrevisté, lo vinculan a Lorenzetti como estratega de todas las redadas o enfrentamientos. Era uno de los pensadores del grupo. Él no lo negó en la entrevista; habría sido un estratega de la Juventud Peronista vinculada directamente a Montoneros.
D.R.: ¿Qué expectativas tenés vos de que, efectivamente, el día de mañana pueda concretarse un juicio político contra Ricardo Lorenzetti?
N.A.: Yo creo que hay que tener paciencia. La ceguera de poder que tienen muchas personas, como el caso de Lorenzetti (que lleva diez años al mando de la Corte Suprema), en algún momento van a demostrar fehacientemente cuál es su postura, autoritaria y abusiva de poder… Y bueno… la gente se va a dar cuenta… Esto es insostenible para la Argentina.
Si la Argentina pretende crecer y si los argentinos queremos otro futuro, tiene que empezar por sanear la justicia.