«No más mentiras, Presidente. No volveré a creer en Usted»

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Escribe: Mabel Giovarruscio (*)

Señor Presidente:

Ya llega el 14 de junio.

¿Y…?

Y… dictan las condenas.

No, no se dice “dictan las condenas”; se dice “dictan las sentencias”.

Nada que ver, dictarían sentencias si fueran juicios legales y no violatorios de la Constitución Nacional (art. 18). Si querés después te lo recito.

¿Y cómo sabés que es así?

Porque hace casi 5 años que sabíamos que este día llegaría.

Porque hace casi 5 años que sabemos que la “condena” o “sentencia” está escrita.

Y llega el 14 de junio.

Para muchos, muchísimos, será otro 14 de junio.

Para 27 familias será el peor 14 de junio que recordará el resto de sus días.

Padres, esposas, hijos, nietos, hermanos, sobrinos, amigos… en fin, cientos de personas que no lograrán sacarse de la cabeza nunca más este fatídico día. Será como el día de la Independencia, pero al revés.

Te sentarán una vez más en esos salones disfrazados de juzgados, donde no preside la “ceremonia” ni la Cruz de Nuestro Señor JESUCRISTO, NI LA BANDERA DE NUESTRA PATRIA.

¿Saben por qué?

Porque son circos.

Y en los circos no hay cruces ni banderas.

Son meros salones de “fachada” de justicia.

Las insólitas razones por las que hay Presos Políticos en el Penal de San Felipe

Son LOS MAYORES CAMPOS DE CONCENTRACION DE VIOLACION DE LOS DD.HH., LA CONSTITUCION NACIONAL Y LOS TRATADOS INTERNACIONALES.

Señor Presidente:

Usted tiene LA OBLIGACIÓN de hacer cumplir la Constitución Nacional.

Su artículo 18 dice:

“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice”.

Si no se entiende esto, estamos perdidos como NACIÓN.

Es así de sencillo: cumplir con el pequeño párrafo del art. 18 de nuestra C.N.

Para mayor conocimiento, el art. 16 de la misma C.N. dice “…. todos los habitantes son iguales ante la ley…..”.

Explíqueme, entonces, por qué todos los montoneros ASESINOS están libres y por qué mi hermano, que apenas era un “sargento” suboficial, que no tenía ningún cargo ni poder, en dos días, el 14 de junio, lo llevarán a prisión perpetua.

¡¡¡Explíqueme!!! No se haga el distraído.

Le he escrito cientos de cartas haciéndole esta pregunta.

Jamás recibí una miserable respuesta.

Pero estoy segurísima que para el próximo mes de julio, usted llamará a mi teléfono, tocará el timbre de mi puerta, pedirá mi voto como ya lo hizo y volverá a prometerme que siempre “contestará mis cartas”.

No más mentiras, Presidente, a Usted le he bancado todas las medidas, los aciertos y los no aciertos… Pero jamás voy a volver a creer una palabra suya.

No más mentiras Presidente.

El 14 de junio un inocente irá a perpetua por todos los crímenes que deberían pagar los montoneros, por la venganza de los «K», por la inoperancia de la Justicia y por su indiferencia…

¡SÍ, SEÑOR! ¡POR SU INDIFERENCIA! Ésa que tendré yo el día de las elecciones.



(*) Hermana de Preso Político Argentino.