
Escribe: Nicolás Ponsiglione
La FDA recientemente ha indicado que desclasificará los documentos que se usaron para aprobar la vacuna de Pfizer contra la covid19 para el año 2096[1]. Recién dentro de unos 75 añitos, estarán disponibles para cualquier mortal las 451 mil páginas que constituyen este documento que hoy —por motivos que sobrepasan cualquier comprensión lógica— está herméticamente cerrado para el conocimiento público.
Es decir que para conocer la completa verdad acerca del contenido de estas mal llamadas vacunas, en realidad ni los redactores encargados de avisarnos esto, ni usted lector, ni yo ni nadie tendremos que esperar. ¿Por qué digo esto? Bueno, simplemente porque todos los presentes estaremos con gran seguridad muertos dentro de 75 años. ¿No es así? ¡Ajá!
Debiendo poner una fecha lo más alejada posible a fin de demorar las consecuencias de revelar tan desagradables sorpresas criminales (porque que las hay, las hay; sino, no estaría muriendo tanta gente), ¿a qué obedece tan significativa fecha? ¿Por qué no 100 años? O 200 años… ¿Por qué no 500 o 150? O al revés: ¿por qué no 20, 30 o 55 años? De veras, siendo algo tan importante para nosotros los contemporáneos…
Pero no. 75. Nada más ni nada menos que ¡setenta y cinco años!
¿A qué les suena esta edad? Pues sí: es exactamente la esperanza de vida actual en todo el bendito mundo, según las estadísticas oficiales más recientes. En 2019 la esperanza de vida se ubicó en 78 años para las mujeres y en 72 años para los hombres[2]. El promedio que nos da esto es: 75 años. En algunos países esta cifra queda en 72, en otros sube a 79, pero el promedio parece indicar siempre 75.
Cumplido ese particular plazo es garantía estadísticamente infalible de que todos los actuales seres humanos del planeta, que estamos sufriendo en carne propia el experimento médico, habremos muerto. Dudo mucho que alguien se levante de la tumba para reclamar indemnización o justicia cuando la verdad se haga pública y el marketing en torno a estas «vacunas» se haga añicos, cuando al fin se confirme lo peor —o tal vez algo peor que lo peor. Empezando por quien hoy, año 2022, es un bebé recién nacido que recibió este tipo de pinchazos, pasando por niños, jóvenes, adultos y llegando a los más ancianos, todos, absolutamente todos estaremos muertos para el 2096. Setenta y cinco años, pues, no es una cifra puesta al azar.
Es una cifra demasiado lógica, demasiado significativa como para no incurrir en una reflexión como la que acabo de expresar. Para 2096 ellos saben perfectamente que no habrá vivo ni un sólo sujeto de su vil experimento.
[1] https://www.tasnimnews.com/en/news/2021/12/13/2625070/variety-of-vaccine-side-effects-revealed-in-pfizer-documents
[2] https://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/esperanza.aspx?tema=P

Te invito a que me ayudes a seguir haciendo PERIODISMO INDEPENDIENTE.
Podés hacerlo a través de Mercado Pago.
Clic aquí para aportar con $ 500 (pesos argentinos);
Clic aquí para aportar con $ 1000;
Clic aquí para aportar con $ 2000;
Clic aquí para aportar con $ 5000.
¿Te parece otro monto? Enviá un mensaje a info@davidrey.com.ar y te respondo con un link para realizar el pago que quieras o, bien, podés hacerlo enviando dinero a mi CVU de Mercado Pago: 0000003100047927961753 (alias: davidrey11.mp)
También podés transferir directamente a mi cuenta bancaria del BANCO GALICIA:
CBU: 00702333 30004016158682;
Alias: DAVIDREY11