¿Por qué me afilié a NOS?

¡Al fin un partido político para aquél que no quiere vestirse de nada y solamente se pone la camiseta de este país porque entiende que ALGO TIENE QUE HACER POR ARGENTINA!

710

Escribe: David Rey

Llegó el día, pues.

Tras mucho pensar, entendí que en Argentina sencillamente ya no se puede permanecer al margen. Sería, para mí (tanto como ciudadano como periodista), una cosa grandiosa prescindir de la política y de la participación dentro de la misma… pero el caso es que las personas que así pensamos terminamos siendo los conejillos de indias precisamente de aquella maldita gente que tanto odiamos: los políticos.

Pero hace bastante ya que vengo sosteniendo, e insistiendo, con que por más increíble que parezca, en Argentina hay una opción, y que además esa opción es un lujo. Tanto, pero tanto vengo insistiendo con eso… que finalmente he decidido DAR EL EJEMPLO con aquello que tanto he pregonado. Hoy me afilié a NOS, el partido político que lidera Juan José Gómez Centurión.

¿Qué por qué no lo hice antes…? ¿Qué dónde quedó mi “objetividad”? ¿Que qué le viste a Gómez Centurión? ¡Por qué NOS! ¿Que adónde querés llegar?

No lo hice antes porque me conozco… y sé que para las cosas importantes hay que dejar que el impulso fluya, como un río, sin que se vea alterada la convicción, la cual muchas veces traicionamos con lo primero. Si, a pesar del impulso o el sentimiento, prevalece el pensamiento… ésa es la esencia y la decisión a tomar.

Mi objetividad, precisamente, es la que me llevó a afiliarme a NOS. En este país ya no se puede mirar para otro lado. Hay que HACER, aunque esto signifique sacrificar algo de nosotros mismos. Seguiré pensando como pienso, diciendo lo que digo y escribiendo lo que escribo. ¿O se piensan que me afilié a Nos para ponerme el bozal que usa todo el mundo?

En Juan José Gómez Centurión veo, realmente, un sueño… y que desearía que este país esté a la altura de corresponder. ¿O acaso me van a decir que no sería un sueño que un Veterano de la Guerra de Malvinas sea presidente de nuestro país alguna vez? Tanto que muchos hablan de los Veteranos, ¿eh? ¿Por qué yo no me puedo jugar por un sueño? Veo en Juanjo a una persona honesta, pragmática, realmente veo a un militar con competencia en la materia (en el último debate presidencial, fue el único candidato que aportó nociones geopolíticas que Argentina deberá enfrentar dentro de quince o veinte años) y veo a un soldado profundamente patriota que en lugar de quedarse disfrutando en su casa se juega una batalla más por este país.

¿Por qué NOS? Porque claramente hoy es la más pura y coherente de todas las expresiones políticas en boga. Acá no hay otro compromiso más que “el rescate de Argentina” y la resistencia férrea al progresismo retrógrado cuyos tentáculos maléficos deciden el rumbo de casi todos los demás partidos políticos y que no pretende otra cosa que reducir este país a una fauna antropológica, absurda y demencial. ¿Por qué NOS? ¡Pues porque es lo único que tenemos!

Acá la cosa no se mide por si sos peronista o no, por si te gustan los radicales o no, por si sos liberal, conservador o del centro o del medio o si estás arriba o si estás abajo. ¡Al fin un partido político para aquél que no quiere vestirse de nada y solamente se pone la camiseta de este país porque entiende que ALGO TIENE QUE HACER POR ARGENTINA!

Y claro que tengo expectativas, ¡las de siempre! ¿Que adónde quiero llegar? Amigos, quiero llegar a mi casa después de un largo día de trabajo, agarrar una novela de Tolstoi y devorarla con la tranquilidad de que mientras hago eso… mi país no se está yendo al carajo. Cuántas veces me pongo a divagar con Goethe, por ejemplo, y me interrumpe el “complejo” de vivir en un país donde te vivís salvando de que te asalten, de que tu trabajo pende de un hilo, de que no alcanza la plata, de que todo aumenta, de que los falsos mapuches están masacrando argentinos en TU Patagonia, de que están matando niños antes de nacer, de que la Justicia es realmente un negocio criminal… El país yéndose al infierno, y el señorito leyendo… ¡Ni que yo estuviera salvado! Amigos, ya estoy grande… me encantaría ser Carlo Magno, pero hoy solamente me conformo con llegar a casa y disfrutar de mi mujer, mis libros, sentarme a escribir un cuento… sin todo el peso de esta realidad francamente odiosa.

Desde que Gómez Centurión entró en la arena vivo discutiendo con algunos renuentes (siempre los hay, claro). Me dicen: no, porque estuvo con Macri; no, porque se fue del macrismo; no, porque no se alió con fulano; no, porque se alió con los evangelistas; no, porque no está con los peronistas; no, porque es amigo de éste; no, porque aquél me dijo tal cosa… Yo ya no discuto más, pero… ahora digo una cosa: muchachos, es de los nuestros, es El Nuestro y, además, es lo ÚNICO que tenemos… Piensa y siente como nosotros, ¿qué tanto buscarle el pelo a la sopa, carajo?

¡Déjense de embromar de una vez… que hay algo mucho más importante que nuestras “impresiones” o “recelos” y eso tan importante es el futuro de este mismo país que se va a terminar de ir a la mierda si no nos dejamos de boludear!

Si fuera por mí, viviría encerrado en casa, con mis libros, la bruja, el gato, el Chessmaster, el cuento que empecé a borronear, la poesía que se me ocurrió… Pero la verdad es que eso poco que uno anhela para ser feliz está a punto de ser historia porque este país cada día está peor y porque una legión de degenerados ha venido a pretender cambiar nada más ni nada menos que nuestra propia percepción de la realidad. Dentro de poco, vamos a ser “1984…” y no es joda, si no NOS sumamos.

¿Qué hago, entonces, ‘objetivamente’ hablando? ¿Espero que alguien se meta dentro de mi casa y me destripe…? ¿O me sumo a NOS?

Yo, amigos… quisiera vivir más relajado, se los juro. Pero hoy me toca jugarme porque sean las generaciones futuras las que puedan hacerlo. Hoy me toca PELEAR.

Hoy me afilié a NOS.

Es un placer, y un lujo, y un sueño (que un Héroe de Malvinas sea presidente de Argentina). Gracias por tanta increíble paciencia y consideración (que no merezco) y gracias por haberme guardado este espacio.

La verdad es que acá, desde hoy, hay otro soldado.