Escribe: Capitán de Fragata Silvio Eduardo Galíndez (*)
¡Yo quiero!
Yo quiero un País que vuelva a los valores que lo formaron y engrandecieron: la familia, la escuela, el trabajo, la palabra empeñada, la moral social y la voluntad de grandeza conformada aún en el disenso.
Yo quiero un País que vuelva a ser capaz de decir ¡Basta! a la corrupción social, económica y política, al escándalo público disfrazado de progresismo, a las maniobras bastardas a espaldas de su pueblo, a la impunidad y continuidad de clanes e imperios personales.
Yo quiero un País hermanado con el mundo, pero que respete y haga respetar su identidad cultural y económica.
Yo quiero un País que proteja a sus Instituciones y que ellas defiendan nuestro legado histórico y no sean meros instrumentos del poder circunstancial.
Yo quiero un País con grandeza y esperanza en la formación de su juventud y respetuoso y merecido reconocimiento a sus mayores.
Yo quiero un País que vuelva a sentir el orgullo del ser, el respeto a su gente y a la integridad de su territorio, en el cual el himno sea un grito emocionado y no un susurro avergonzado y en el que sus gloriosos colores se exhiban con orgullo y no se oculten con indiferencia.
Por todo ello, por el pasado, para modificar el presente y por el futuro de nuestros hijos, con el auxilio y bendición divina…
Yo quiero que me devuelvan mi ARGENTINA.
(*) Trabajo póstumo enviado a DAVIDREY.com.ar