Sustraído de Minutouno.com
Varios fiscales denunciaron graves problemas de higiene y de infraestructura en el sector neuropsiquiátrico del hospital de la cárcel de Ezeiza. La presentación es consecuencia de una inspección sorpresa realizada por el Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias.
«Olor nauseabundo, cucarachas, falta de provisión de agua potable, sectores inundados con agua servida e instalaciones eléctricas sin aislación en ese contexto son las principales anomalías, que constituyen «violaciones a los derechos fundamentales», que denunciaron penalmente el fiscal federal de Lomas de Zamora, Leonel Gómez Barbella, el fiscal general Abel Córdoba y el fiscal ad hoc Claudio Pandolfi, tras la inspección sorpresa realizada el martes pasado en el sector neurosiquiátrico del hospital intramuros de la cárcel federal de Ezeiza por el Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias.
Los fiscales definieron el lugar como «insalubre» y pidieron la entrega de colchones y ropa de cama, reparación de instalaciones y limpieza, desinfección y erradicación de insectos.
Los fiscales remarcaron que la situación es grave no sólo porque se trata de un hospital psiquiátrico, sino también porque «la limpieza está a cargo de una empresa privada a la cual el Estado Federal le abona un canon mensual por mantener el espacio en las debidas condiciones de higiene y habitabilidad».
La denuncia señala la gravedad de que el Estado pague un canon a una empresa privada para que mantenga «el espacio en debidas condiciones de higiene y habitabilidad».
Los fiscales concluyeron que el estado general del lugar es «insalubre» y detallaron la situación de cada espacio recorrido durante la inspección. El lugar cuenta con dos plantas con capacidad de alojamiento para treinta personas cada una, recintos destinados al ingreso y admisión, enfermería, consultorios, una zona para descanso del personal, un amplio espacio al aire libre donde hay una cancha de fútbol y un sector de recreación.
Además informaron que en un espacio de uso común el baño y las duchas se encuentran inundados «con un caudal de agua servida y turbia importante, sin luz eléctrica y con una notable suciedad que emana consecuentemente un olor fétido intenso con profusa cantidad de insectos».
Los fiscales remarcaron que «ninguno de los baños del PRISMA cuenta con los accesorios necesarios para un sanitario de tipo hospitalario, habida cuenta de la necesidad de soportes, materiales de superficie y artefactos de apoyo especiales para pacientes con movilidad reducida o que se encuentran medicados, y cuya capacidad de mantener la estabilidad y equilibrio es relativa».
En «casi todas las celdas» hay sólo un tubo lumínico mientras que en los baños la ausencia es «absoluta».
En la denuncia también se describió que las cocinas de cada pabellón «presentan suciedad acumulada y circulan por la mesada y paredes un sinfín de cucarachas en forma permanente, constatando gran cantidad de ellas dentro de los muebles bajo mesada que, por ello, se han tornado inutilizables«.
Las deficiencias en la instalación eléctrica fueron constatadas en las celdas de los dos pabellones. «En algunos casos para prender la luminaria de la celda los pacientes-detenidos deben unir ambos cables a través de la manipulación directa», indicaron los fiscales, y observaron que «el radio de influencia del agua de la ducha y/o pileta podía alcanzar a las conexiones eléctricas precarias y sin aislación», en un contexto en el que también los inodoros «pierden y/o se rebalsan al ser activados, produciendo la inundación de la celda».